
Seguramente, al investigar sobre UX, te habrás encontrado con una serie de “metodologías” o “pasos” que puedes implementar para garantizar el éxito en tu producto o servicio final.
A continuación, explicaremos un poco más al respecto indagando en algunas de las “metodologías” más comunes, con la finalidad de que comprendas cómo se implementan, por qué se utilizan y, sobre todo, si podemos considerarlas propiamente metodologías.
Doble diamante
Doble diamante fue creado, en 2004, por el Design Council (Reino Unido).
Es proceso innovador de diseño, cuyo gran atractivo, en buena medida, radica en que puede emplearse tanto por diseñadores expertos como por personas que no se dedican al diseño.
Este modelo pretende ayudarle a las personas a resolver problemas complejos respondiendo a una diversidad de necesidades concretas.
El modelo surgió después de una serie de estudios especializados realizados por el Design Council. En estos, analizaron cómo solucionaban problemas complejos empresas enormes (estudiaron, por ejemplo, cómo trabajaba LEGO, Sony, etc.).
Al analizar cómo trabajaban algunas de las empresas más grandes y exitosas del mundo, descubrieron que, prácticamente, todas seguían determinados pasos o fases. Cada una llamaba a estas etapas de forma distinta, pero todas las empresas las empleaban. Así, el Design Council decidió articular un modelo que sintetizara lo que observó en sus estudios. El resultado fue el Doble diamante.
Se llama Doble diamante porque el diagrama en el que se representa este modelo corresponde, precisamente, a la imagen de un par de figuras de diamante. Estas dos figuras se sitúan al centro de un círculo y están estrechamente ligadas.
Este modelo se sustenta en cuatro pasos o fases: en las dos primeras se “inaugura” o define el problema a través de múltiples hipótesis e ideas asociativas; en las dos últimas se articula lo surgido en el “primer diamante”, se definen con claridad los puntos concretos con los que trabaremos y, sobre todo, se crea una solución final.
Estas cuatro fases tienen nombres específicos:
- Empatizar o descubrimiento
- Definición
- Desarrollo
- Entrega
Asimismo, estas cuatro fases se relacionan estrechamente con dos formas de pensamiento: pensamiento divergente y pensamiento convergente.
El pensamiento divergente corresponde a la primera parte de los diamantes. En esta fase se trabaja con asociaciones poco convencionales. Podríamos decir que es la parte más “lúdica” y libremente creativa del proceso.
El pensamiento convergente corresponde a la segunda parte de los diamantes.
En esta fase se trabaja con estricta lógica resolutiva de problemas. La creatividad sigue siendo fundamental en esta fase, pero se sustenta en un orden diferente, mucho más enfocado en la concreción al resolver problemas. Ninguno de estas dos formas de pensamiento es más importante que la otra.
Las dos necesitan unirse para obtener buenos resultados en el modelo Doble diamante.
Design Thinking centra sus esfuerzos en la resolución de múltiples problemas a través del diseño.
Lo esencial de esta “metodología” es que se interesa particularmente por el usuario.
En un inicio, Design Thinking se centraba en la labor de creación de productos; sin embargo, conforme ha pasado el tiempo y en la medida en que las empresas han observado su eficiencia, esta “metodología” se ha implementado en múltiples ámbitos, ya no solo enfocados en productos o en diseñadores.
Design Thinking también se divide en etapas:
Desde esta primera etapa se coloca al usuario al centro de todo.
En este primer momento es importante “ponerse en los zapatos del otro”. En esta fase, es necesario escuchar abiertamente al usuario.
Aquí surgen algunas de las preguntas más esenciales:
¿Qué necesita el usuario?
¿Cómo podemos ayudarle?
¿Cómo podemos mejorar y facilitar su vida?
Lo más importante de este primer momento se relaciona con la inteligencia emocional: necesitamos ser conscientes de que trabajamos con otras personas, no con máquinas. Necesitamos ser capaces de escuchar con empatía y respeto al otro.
Te recomendamos también leer nuestro artículo “El poder de la empatía en UX”.
En esta fase necesitamos concentrarnos en los aspectos esenciales surgidos de la primera fase. Es un proceso de “limpieza” que pretende definir qué problema solucionaremos. Aquí es importante delimitar los esfuerzos para enfocarnos en algo concreto.
Es una de las fases de mayor libertad creativa.
Podríamos decir que es la parte más “lúdica” de nuestro proceso. Aquí, todas las ideas (por extrañas que en principio parezcan) son bienvenidas.
La imaginación tiene un lugar privilegiado en esta etapa. En este momento esbozamos múltiples soluciones, conceptos, propuestas. Lo que surja en este momento será fundamental en los siguientes pasos.
En este momento nos centramos en una de las mejores ideas que surgieron en el paso anterior.
Lo importante, como el nombre de la fase indica, es prototipar una idea. Creamos una primer maqueta, modelo, representación o simulación del producto final,
Posteriormente, evaluaremos cómo funciona, si cumple con lo necesario, si es viable o no. Es el momento de absoluta praxis.
Es el momento en el que el usuario (el cliente) prueba el prototipo. Aquí, al igual que en el primer paso, es importante estar sumamente abierto al otro. Necesitamos escuchar qué opina el usuario, ver qué podemos mejorar. Otra vez trabajamos con la empatía.
Como pudiste observar, Design Thinking puede emplearse en múltiples ámbitos más allá del diseño. Al hacerlo enriquecemos los procesos en muchas empresas y trabajamos creativamente con la resolución de distintos problemas.
Desing Sprint es un método creado por Google Ventures. Alcanzó popularidad a partir de 2014.
Este método se basa en Design Thinking, pero modifica un aspecto fundamental: el tiempo concreto en que deben realizarse las distintas fases o etapas.
Design Sprint sostiene que el proceso debe hacerse en una semana.
Design Sprint considera, adecuadamente, que la sociedad cambia de forma acelerada. En estos cambios, también observa que las empresas trabajan a ritmos acelerados.
Por tanto, en coherencia con este tipo de sociedad y de empresas, Design Sprint adecúa sus procesos para trabajar de forma ágil, eficiente, creativa y concreta. La semana, en Design Sprint, se divide así:
En este día de la semana el equipo comprende claramente el problema que debe resolver.
Es importante que todos los miembros partan en igualdad de condiciones (que todos sepan los conceptos clave, los principales desafíos, que todos tengan múltiples herramientas para resolver los problemas, etc.).
En este primer paso todos los miembros del equipo deben participar en la reunión con la finalidad de que todo el equipo sepa de qué modo puede ayudar cada persona a lo largo de la semana.
En este día se plantea lo siguiente:
En este momento del proceso cada miembro del equipo deberá esboza soluciones al problema que se definió el lunes.
En este momento se trabaja con lluvias de ideas, por ejemplo.
Lo que importa principalmente en esta fase es desarrollar y trabajar a través del pensamiento crítico e innovativo.
Importa el trabajo en equipo, como en todo el proceso, pero también es fundamental la creatividad personal de cada miembro.
En este día se plantea lo siguiente:
Es importante que este día también se inicie el reclutamiento de usuarios para las pruebas del viernes.
En este día se elige, por consenso con el equipo, qué es lo que, posteriormente, vamos a prototipar.
Es la fase en la que se definen los próximos esfuerzos y se trazan los principios fundamentales sobre cómo lo haremos.
En este día se plantea lo siguiente:
En este momento se construye únicamente lo que se va a probar.
Es importante que, en este día de la semana, el equipo una todos sus esfuerzos en la creación del prototipo basándose únicamente en los principios que, por consenso, eligió el miércoles.
En este momento es importante centrarte en lo fundamental y no perderte en otros ámbitos.
Es, posiblemente, uno de los días más complicados de la semana. Sin embargo, si todo el equipo trabaja concretamente en el prototipo, se obtendrán buenos resultados. La clave aquí es la concentración en lo básico.
En este día se plantea lo siguiente:
En este día tienes que hacer que el usuario interactúe con el prototipo que desarrollaste el día anterior. Es el momento de la retroalimentación activa.
En este momento el equipo observa si funcionó lo que trabajó toda la semana o si debe ajustarlo.
En este día se plantea lo siguiente:
Como puedes observar, Design Sprint supone un reto. Quizás pienses que es demasiado trabajo para 5 días.
Sin embargo, tal vez si lo implementas de forma adecuada en tu trabajo, puedes darte cuenta de lo enriquecedor, y creativo, que puede ser este método de diseño UX.
En Desing Sprint 2.0 se trabaja, como su nombre claramente lo indica, con los principios fundamentales de Design Sprint, pero se reducen todavía más los días.
En Design Sprint 2.0 se realiza el trabajo en 4 días. No es que se recorten pasos, sino que se eficientiza el tiempo en cada uno. Digamos que en este momento se acortan los procesos, pero no la calidad en ellos.
Fue Jake Knapp quien propuso, en 2014, optimizar cada una de las fases tradicionales del Design Sprint. El resultado fue un proceso más rápido, más “limpio”, mucho más adecuado con la sociedad frenética e incesantemente cambiante.
Es importante mencionar que tanto Design Sprint como Design Sprint 2.0 se centran en el usuario y trabajan todo el tiempo desde la empatía. Ninguno es mejor que el otro. Simplemente, cada uno se adecúa a necesidades, y tiempos, distintos.
Es importante que la empresa que los emplee analiza bien qué es lo que necesita y elija adecuadamente cuál le conviene usar para cada problema.
Es el diseño centrado en el humano. Esto significa colocar a las personas, con todas sus implicaciones, en el centro del diseño.
En este método la solución de los problemas debe estar basada en la facilidad, comodidad y adecuación para el usuario. Su principal tarea es ocuparse del bienestar del usuario.
Como puedes inferir, para realizar correctamente este tipo de diseño es fundamental conocer bien a las personas.
Trabaja también, como otros métodos que vimos, con la empatía. Asimismo, de forma similar a los otros métodos, en el Diseño centrado en el humano, partimos también desde la observación global del problema; posteriormente, definimos concretamente el problema; después, se realizan pruebas repetitivas de prototipado, con la finalidad de hallar la solución que se adecúe de forma óptima al usuario; y, eventualmente, se crea una solución cuyos principios de diseño tengan siempre al centro al humano.
Es un proceso complejo, de colaboración empática activa, pero también sumamente satisfactorio.
Una de las empresas más exitosas en este campo es IDEO, una firma internacional de Diseño centrado en el humano, cuya labor consiste en crear productos y experiencias que colocan a las personas en el centro de un entramado complejo.
Quizás en este momento consideres que Diseño centrado en el humano y Design Thinking se asemejan mucho o, tal vez, hasta consideres que pueden ser sinónimos. Cada uno es distinto. Design Thinking es un proceso en el que se resuelven problemas creativamente a través del diseño mientras que Diseño centrado en el humano puede ser tanto un método como una filosofía para la resolución de problemas.
Digamos que, dentro de Diseño centrado en el humano, bien podríamos meter al Design Thinking. Además, cambian algunos elementos fundamentales en sus distintas etapas. Son dos conceptos distintos, aunque sí tienen puntos de encuentro.
Lean UX es una técnica nacida del modelo de fabricación de Toyota, que funciona en alineación con los métodos de desarrollo ágil. Su objetivo es reducir el desperdicio y proporcionar valor.
Esencialmente, lean UX combina el enfoque basado en soluciones del design thinking junto con los elementos de Agile.
Lean UX está enfocado en la experiencia bajo diseño y está menos enfocado en los entregables que el UX tradicional. El objetivo central es enfocarse en obtener retroalimentación lo antes posible para que pueda usarse para tomar decisiones rápidas.
Requiere un mayor nivel de colaboración con todo el equipo. La naturaleza del desarrollo ágil es trabajar en ciclos rápidos e iterativos y Lean UX usa estos ciclos para garantizar que los datos generados se puedan utilizar en cada iteración.
Las técnicas tradicionales de UX a menudo no funcionan cuando el desarrollo se realiza en ráfagas rápidas: no hay tiempo suficiente para entregar UX de la misma manera.
El diseño Agile UX agrupa el diseño de la experiencia del usuario dentro del marco de desarrollo Agile.
El desarrollo ágil se ejecuta y abarca lo desconocido como parte de la construcción y liberación de un producto. En otras palabras, Agile ve el desarrollo de productos como un proceso iterativo.
Agile UX utiliza actualización de la metodología de software ágil con métodos de diseño UX. El objetivo final de Agile UX es unificar a los desarrolladores y diseñadores en el proceso ágil de desarrollo de productos.
Finalmente, vamos a explicar algo esencial:
¿podemos considerar que todos estos modelos propuestos son metodologías o marcos de referencia?
No podemos decir que son metodologías, pues no se trata de “instrucciones de receta” que debes seguir con la finalidad de obtener éxito inmediato.
Más bien se trata de marcos de referencia que puedes emplear, basándote en las características que consideres adecuadas al tipo de problema que quieres resolver, con la finalidad de ayudarte en el proceso.
Recuerda que UX no es un proceso o metodología, sino el resultado final global de múltiples esfuerzos.
Así, puedes indagar más en cada uno de los marcos de referencia que te presentamos y elegir cuál, o cuáles, te interesan más. Todos tienen múltiples beneficios y cada uno de ellos supone retos distintos.
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